lunes, junio 20, 2011

Carta de un Sindicalista Indignado

Desde hace 6 años estoy afiliado a UGT, esta afiliación nunca ha correspondido a motivos políticos. Mi afiliación a sido dada por la firme creencia de que un trabajador debe tener detrás una organización que le ayude a defender sus derechos frente a las grandes corporaciones y las injusticias que a lo largo de la vida laboral nos podemos encontrar.

En los 4 últimos años que he estado como delegado de los trabajadores de mi empresa, he visto cosas me han resultado muy duras tanto de los trabajadores como de la empresa. Quizás una de las más duras, la estoy viendo ahora. En esos cuatro años, las visitas que UGT y CCOO han realizado a mi empresa o las veces que se han puesto con contacto con nosotros, han sido una. La imagen que yo me llevo a mi casa, es que tanto UGT como CCOO, solo se han interesado por mi labor sindical cuando han llegado las elecciones a mi empresa.

Esta imagen, más allá de los adjetivos que le pueda poner, es la que es y es aquí cuando empiezo a pensar si en mi labor como delegado o en mi condición de trabajador, realmente me interesa que sean estos sindicatos los que me respalden como tal.

Creo que en estos momentos, el apoyo que los trabajadores dieron en su día a los dos grandes sindicatos ha hecho que se hayan convertido en organizaciones políticas, organizaciones muy burocratizadas y que desde luego han perdido gran parte de su apoyo y su labor social, organizaciones en las que muchas veces solo puedes estar como mero espectador, organizaciones que al final, no me representan como trabajador.

Esta mala fama, entorpece y dinamita mi labor como representante de los trabajadores, entorpece el apoyo que ellos me podrían dar, me deja solo ante una lucha por sus derechos con un empresa que sabe que no tenemos apoyo, tumba mi ánimo y mi espíritu por seguir en esta lucha, muchas veces cargada de politiqueos insoportables y tensa aun más los lazos entre compañeros que se sienten indefensos y rechazan vuestras organizaciones y por extensión a nosotros.

Con esto quiero decir, que creo, que como organización sindical os habéis mantenido de manera muy pasiva en la crisis. Bien es cierto que no habéis sido solo vosotros, que ha sido la sociedad en general, que la desidia a alcanzado al gobierno, pero vosotros sois las organizaciones sindicales, era parte de vuestra responsabilidad no quedarse dormidos.

Mientras las empresas hablaban de crisis, se firmaban EREs y estas mismas seguían dando beneficios, se firman convenios con cambios mínimos en los que los trabajadores apenas intervienen, se sigue sin abrir un debate serio de los salarios de los españoles en comparación con los europeos y así, hasta llegar a las cifras en las que estamos ahora, no solo de parados si no de apoyos y la verdad, no me extraña.

El trabajo que hacéis, sigue siendo muy necesario, ahora más que nunca, pero las formas e imagen que seguís dando a los trabajadores en general os hacen inmerecedores del apoyo popular y bien sabido es que un sindicato, sin los trabajadores detrás, poco valor tiene y pocas luchas puede ganar.

¿Por qué tanta reunión solo con los empresarios? ¿No sería más práctico hacer mas participes a los ciudadanos y trabajadores? No os pido que nos escuchéis, os digo que es necesario para vuestra función.

Os pido un cambio, no como afiliado, no como sindicalista, como trabajador y como ciudadano.